Hoy, viernes 19 de junio, y como preámbulo a la proximidad de las tradicionales fiestas de San Juan, la localidad pacense de Villagarcía de la Torre celebra su décima edición del Aquelarre.
Se trata de una función teatral que se viene escenificando en el municipio desde el año 2000 y que además se ha dado a conocer en El Vendrell y Bienvenida. La representación de esta obra tiene su origen hace 10 años, y se puso en escena inicialmente para mostrar con orgullo la realidad del apodo con el que Villagarcia es conocida por los pueblos vecinos como “los brujos”.
La palabra aquelarre proviene del euskera, “aker” significa macho cabrío y “larre”, campo. Esto es, se trata de un lugar donde las brujas celebran sus reuniones y sus rituales. El significado que ha adquirido esta palabra a lo largo de la península es el de reunión de brujas y brujos.
Durante estas celebraciones, una muchedumbre de brujas veneraba a un macho cabrío negro, y tras horas de cánticos y ofrendas orgiásticas podían abrir un portal infernal en el centro del campo o cosechal para ofrendar culto y consulta a Satán, con la finalidad de obtener riquezas y poderes sobrenaturales.
Esta décima edición entraña inevitablemente que echemos una mirada retrospectiva a lo que han sido estos 10 años de Aquelarre, en el que aun hoy continúan participando un gran número de personas del pueblo.
Este año, los fondos obtenidos de la venta de las entradas irán destinados a ayudar a al restauración del antiguo convento de la Merced del pueblo.