Que la amistad es algo importante e intrínseco en el ser humano de todos es sabido, no tanto que el hecho de tener amigos implica felicidad… pero, ¿sabíais que las personas con una inteligencia por encima de lo normal suelen contar con un grupo reducido y selecto de amigos? Ellos no necesitan interactuar con otras personas si eso no les llena plenamente ya que no tienen la necesidad de llenar ningún vacío.
Alberto Moravia decía “La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea”.
La amistas es una relación afectiva entre dos o más personas, siendo una de las relaciones interpersonales más comunes que la gran mayoría de la personas tienen en sus vidas. Debido a ello, un grupo de científico decidían responder a la pregunta de ¿cómo influye en la felicidad el hecho de tener amigos?
De modo que los psicólogos evolucionistas Satoshi Kanazawa de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres y Norman Lee de la Universidad de negocios de Singapur (SMU), ponían en marcha una gran investigación en la que participaban unas 15.000 personas con edades comprendidas entre los 18 y 28 años. Entre la muestra eligieron a personas que vivían en lugares con densidades de población muy diferente y que se comunicaba con sus amigos con distintas frecuencias.
Estas son las conclusiones principales a las que llegaron:
1.- Las personas que viven en puntos con alta densidad de población suelen sentirse menos felices.
2.- La mayoría de ellos, para sentirse felices necesita reunirse constantemente con sus amigos o las personas que comparten su forma de pensar. Cuanta más comunicación
cercana hay, mayor es el nivel de felicidad.
3.- En tercer lugar, las personas más inteligencia mostraban sentimientos diferentes al resto de la muestra. Cuanto más alto era su IQ, menor es la necesidad de relacionarse constantemente con sus amigos y tienen un círculo social muy reducido pero muy selecto.
Según los expertos, el cerebro de una persona con habilidades intelectuales altas funciona de distinta forma al resto y esto también influye en su sociabilidad.
La actividad social para las personas con una inteligencia mayor al promedio, es una elección pero no una necesidad de vida. La investigadora Carol Graham del Instituto de Brookings, especialista de «la economía de la felicidad», cree que las personas inteligentes utilizan la mayor parte del tiempo en alcanzar metas a largo plazo.
No necesitan interactuar con otras personas si esto no les llena plenamente porque no necesitan llenar ningún vacío. Todo lo contrario, esto los distrae sus objetivos, lo cual quiere decir que influye de forma negativa en la felicidad y desequilibra su armonía interna.
Teoría de la Felicidad de Sabana
Según esta teoría, “teoría de la Felicidad de Sabana”, la explicación de lo dicho con anterioridad la hallamos no ya en nuestros genes, sino en la memoria de nuestros antepasados. De modo que nos sentimos felices exactamente en las mismas situaciones y circunstancias en las cuales eran felices las personas que vivieron hace más de mil años.
No obstante, el círculo social de los antepasados de la sabana africana no contaba con más de 150 miembros del grupo. La densidad de población con la que vivían era menor a una persona por kilómetro cuadrado, y mantenerse unidos era una necesidad para poder así sobrevivir en un ambiente hostil, de modo que la compañía les aportaba seguridad y confort.
Hoy en día, la mayor parte de nosotros continúa mostrando las cualidades de nuestros antepasados que quedaron en la memoria genética, memoria que solo la inteligencia permite adaptarse a las nuevas condiciones.
De modo que los intelectuales, a diferencia de resto de personas con habilidades mentales promedios, en alguna etapa de la evolución lograron superar la memoria de pasado y la naturaleza les puso la tarea de solucionar nuevos problemas evolutivos.
Así pues, la inteligencia alta permite no basarse en otras personas constantemente, sino alcanzar las metas de forma individual, rodeándose de un grupo pequeño de amigos al que seleccionan por cualidades diferentes al miedo o a la inseguridad.
