La semana pasada, en unas declaraciones, María Jesús Mejunto, Consejera de Sanidad, afirmó que la tasa de incidencia de la gripe A ha bajado en nuestra región entre 200 y 250 casos por 100.000 habitantes, lo cual supone unos 2.000 casos semanales.
Cuando se dio una mayor incidencia fue del 16 al 22 de noviembre, fecha en la cual se registró cerca de 320 casos por cada 100.000 personas, según señaló la Consejera. Mejunto informó de la gran dificultad que conlleva el cuantificar a las personas afectadas por este virus, ya que en muchas ocasiones “ni siquiera demandan atención”.
La consejera ha explicado que la tasa de incidencia se obtiene de los registros llevados a cabo, al ser una enfermedad de declaración obligatoria, de los casos graves a los que se les toma una muestra o de la población de grupos centinela.
En cuanto a la vacuna, afirma que va a un ritmo muy “tranquilo” y con una tasa baja, ligeramente inferior al porcentaje de vacunas previsto.
Atribuye este dato a que las personas que se encuentran sufriendo la gripe A están viviendo, por lo general, una sintomatología “muy leve y pasajera”, por lo que no la conciben ya como un riesgo, según la Consejera. En su opinión, se ha «relativizado» el miedo inicial que había frente a esta nueva gripe.
Para la consejera, ese temor era «comprensible debido a que cuando aparece un microorganismo nuevo, con una tasa de infección, independientemente de que sea gripe, hay que esperar en el tiempo a ver como evoluciona».