El pasado miércoles, 19 de abril, la Asamblea de Extremadura acogía la celebración de la II Jornadas de Género y Drogas.
Se trata de una sesión de trabajo cuyo objetivo es el de favorecer el análisis y la creación de propuestas, tanto técnicas como políticas, para atender el consumo de drogas o los problemas derivados del mismo. Todo desde la perspectiva de género.
Durante la misma han alertado de agresiones sexuales en esta comunidad autónoma tras la toma involuntaria por parte de las víctimas de burundanga.
La última de las víctimas conocidas, afortunadamente se dio cuenta de que algo no iba bien. Se encontraba tomando una cerveza en un bar de copas con unos amigos cuando se empezó a sentir mal. Tanto que tuvieron que llamar al servicio de emergencia 112 para que fuera a buscarla. En urgencias, ella y sus acompañantes describieron la escena y los síntomas, lo que hizo saltar rápidamente las alarmas. De forma inmediata se llevaba a cabo un análisis que confirmaría la sospecha: había restos de burundanga en su cuerpo.
En este caso y gracias a la rapidez de actuación de todas las partes implicadas se podía detectar el uso de esta droga, la cual es muy difícil de descubrir ya que desaparece muy rápido del organismo.
Este hecho ocurría recientemente en Cáceres, y afortunadamente la víctima se dio cuenta a tiempo de que algo no iba bien al tener una reacción no habitual a una sustancia que, básicamente, anula la voluntad.
En el último año ha habido otros dos casos más en Badajoz en que dos chicas han sufrido, igualmente, el consumo involuntario de burundanga. Pero en ambos el objetivo ha llegado a su fin: han sido víctimas de agresiones sexuales.
La escopolanmina, conocida popularmente como burundanga, se trata de una droga que se puede comprar fácilmente por Internet a bajo precio (incluso se oferta como una semilla en páginas de jardinería) y, lo habitual, es que se eche en la bebida. Mezclada con alcohol los efectos se multiplican y el peligro crece sin límite (el caso más escandaloso fue el de los Sanfermines, donde hubo varios imputados por abuso sexual y se presupone que se empleó esta sustancia).
Esta droga provoca que no tengas voluntad alguna, aunque estés plenamente consciente, además, una vez pasa su efecto no hay recuerdos de lo que ha pasado, lo que se conoce como sumisión química.