La Guardia Civil se encuentra investigando a tres personas, todas ellas con numerosos antecedentes por hechos similares, como presuntos autores de un delito contra la flora y fauna silvestre por cazar de forma furtiva, dos ciervos en época de veda, en un coto privado de la localidad sevillana El Pedroso, y sin permiso de su titular.
Según un comunicado emitido por la Benemérita, los hechos sucedían cuando una patrulla de la Guardia Civil circulaba por la carretera A-8101 y observaba un vehículo que iba en sentido contrario, el cual decidieron inspeccionar, descubriendo que estaba ocupado por dos personas que portaban un rifle en el maletero, propiedad de uno de ellos que poseía licencia de armas.
Continuando con su inspección, los agentes observaron en el maletero varias bolsas de plástico con manchas de sangre, así como un mono de trabajo con evidentes manchas de sangre. Al preguntar a los ocupantes del vehículo, admitieron que se encontraban en la zona realizando un aguardo de jabalí sin autorización.
Apenas transcurridos un par de minutos, llegaba al lugar otro vehículo que, al notar la presencia de los agentes, paraba en seco, abriéndose la puerta del copiloto y bajando del mismo un varón que procedía a la huida corriendo por el monto en ladera descendiente, sin hacer caso a los reiterados avisos de los agentes para que parase, perdiéndose en la espesura de la vegetación y quedando en el lugar el vehículo parado con su conductor al volante.
Este segundo vehículo tenía los asientos abatidos y en ellos había dos cabezas de ciervo, zurrones y varias bolsas de plástico con las patas de dichos animales, además de un rifle, del cual aportó el conductor la correspondiente guía de pertenencia y la licencia de armas. Al ser interrogado por los agentes dijo desconocer la identidad de la persona que se fugó ya que, supuestamente, lo recogió de la carretera mientras hacía auto stop.
Por todo ello, la Guardia Civil procedió a investigar a estas personas por un delito contra la flora y fauna, así como por cazar de forma furtiva dos ciervos en época de veda, en coto privado de caza y sin permiso de su titular, interviniendo las armas y los restos de los animales a estas personas, a los cuales les constan numerosos antecedentes por este tipo de hechos.