Estas cosas nos pasan por intentar copiar lo que vemos en las películas, por ejemplo, la típica fantasía de mezclar sexo y comida, como en "Nueve semanas y media" con las fresas, el melocotón en almíbar... vamos a ver: ¿qué tiene de sexy hacer macedonia encima de tu pareja? porque el almíbar tiene una característica muy poco erótica, a los tres minutos se seca... y se queda como el Loctite. Claro!!! como en la película cortan.... pero a ti te toca irte a la ducha… con la cabeza pegada a la de tu marido, con el culo en pompa y caminando hacia atrás...que parecemos dos siameses...
Otra fantasía muy típica es grabarse en video, me contó una amiga que daba mucho morbo. Así que lo probamos: es súper erótico....hasta que te ves...tu marido te pone la cinta todo emocionado, y cuando ves dos cuerpos abrazados....¡¡gordos!! , dices:
-Paco, te has equivocado de cinta, eso es un combate de sumo.
-No cariño, somos nosotros, es que la cámara engorda.
-¿Que engorda? ¿Y la mesilla de noche porqué no engorda?
Pero la muestra más clara de que las fantasías nunca deberían llevarse a cabo es cuando tu marido se empeña en hacer el amor en la bañera. Aquí la fantasía es conseguir hacerlo sin romperte nada. Para empezar...muy, pero que muy erótico.... no es. El se mete, y se queda encajado en la bañera, con las rodillas en las orejas, y el periscopio intentando asomarse. Y va el cachondo y te dice:
-¡¡Venga, métete!!
Y claro, como él ha cogido el mejor sitio, a ti te toca poner el culo encima del tapón y que te dé el grifo en la nuca. Y entonces empieza a moverse todo apasionado. ¡Y se monta allí una marejada...! ¡Chaf, chaf...! Aquello parece "La Tormenta Perfecta"...
Lo malo es que el que está en la bañera no es George Clooney, es el capitán Pescanova.
Entonces te dice:
-Vamos a probar otra postura, ponte tú encima!
En ese momento se sale el tapón y el desagüe te hace ventosa... y piensas "éste ha organizado un trío sin avisarme" Y cuando te das cuenta de que es el tapón le dices:
-¡¡Que se sale el agua, que se sale el agua!!
Y él:
- No te muevas, busca el tapón...
Tú, tanteando, agarras lo primero que encuentras... Y él grita:
-¡¡Eso no es el tapónnn joderrr!!
¿no ves que hay dos?
En ese momento, ya solo se te ocurre una solución:
- Cariño, ¿por qué no nos vamos a la cama?... Pero a dormir ¿eh?
¡¡¡QUE AHORA SÍ QUE ESTOY AGOTADA!!!