Hace cinco años, en el 2012, os contábamos que Usagre podría acoger la mayor planta fotovoltaica del mundo, pues bien, como “las cosas de palacio van despacio”, hasta el día de hoy no hemos podido afirmar que por fin el proyecto de la mayor fotovoltaica de Europa tiene vía libre.
De modo que la instalación renovable Núñez de Balboa, que se ubicará en los términos municipales de Usagre (85 % del terreno que ocupará la planta) e Hinojosa del Valle (15 %), ha recibido la declaración de impacto ambiental (DIA) positiva del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
Dicha resolución favorable se producía el pasado viernes, tras una tramitación como decíamos, más o menos rápida, una vez que el promotor del proyecto, el empresario extremeño José Luis Joló, depositaba en el año 2016 el aval necesario de 5 millones. Siendo en enero de este año cuando solicitó la DIA.
Aun faltan otros permisos, como son la autorización administrativa dependiente del Gobierno o el visto bueno de la Comisión Nacional de Mercados, no obstante se entiende que en ellos no habrá problemas, siendo el más importante el ya concedido, la DIA.
Destacar que todas las cifras que rodean la fotovoltaica de Usagre son mayúsculas. En primer lugar, podrá alcanzar los 500 megavatios (MW), aunque la potencia instaladas sea de 431.34 MW. Ocupará 1.100 hectáreas de terreno y se conectará a la red a través de las subestación de Red Eléctrica fijada en la vecina localidad de Bienvenida, donde otro proyecto fotovoltaico también ha recibido recientemente el permiso ambiental.
A pesar de que el coste de la obra no está aun cerrado, con toda seguridad que superará de largo los 300 millones de euros. Está previsto que el inicio de los trabajos comiencen a lo largo del próximo año y se prolonguen al menos durante año y medio. Así pues, la planta podría estar funcionando para el año 2020, y su vida útil será de 30 años.
La fotovoltaica Núñez de Balboa producirá energía para abastecer durante un año el consumo de 166.000 familias de cuatro miembros. Esto es, para 664.000 habitantes, más de la mitad de la población extremeña.
Con la energía producida, según se detalló en la presentación del proyecto, se evitará la emisión de 845.000 toneladas de dióxido de carbono y la importación de 81.700 toneladas de petróleo al año.
Con la declaración positiva emitida por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental sobre el proyecto de Usagre se confirma que soplan mejores vientos ahora para las energías renovables.
Extremadura, una de las grandes potencias mundiales en este terreno, se vio bloqueada por el parón a los proyectos de energía limpia que decretó el Gobierno a partir de 2012. La región tiene sobre la mesa nuevos proyectos de renovables que suponen 5.000 MW de potencia.